Dogville
TÍTULO ORIGINAL : Dogville
AÑO : 2003
DIRECTOR : Lars von Trier
AÑO : 2003
DIRECTOR : Lars von Trier
SINOPSIS : Grace llega al remoto pueblo de Dogville huyendo de una banda de gángsters. Persuadidos por las palabras de Tom, que se ha erigido en portavoz de la comunidad, los vecinos se avienen a ocultarla. Grace, a cambio, trabaja para ellos. Sin embargo, cuando Dogville sea sometido a una intensa vigilancia policial para dar con la fugitiva, sus habitantes exigirán a Grace otros servicios que les compensen del peligro que corren al darle cobijo. Grace aprenderá, de un modo brutal, que en ese pueblo la bondad es algo muy relativo. Pero ella guarda un secreto que no quiere desvelar. (FILMAFFINITY)
Algo huele a genialidad en Dinamarca. Lars von Trier lleva camino de convertirse, de “enfant terrible”, en uno de los genios del cine universal. Si con “Rompiendo las olas”, “Los idiotas” o la soberbia “Bailar en la oscuridad” nos revolvió el alma, con “Dogville” apunta directamente a la inteligencia y la conciencia. El suave pero inexorable desarrollo dramático de la historia -una bella fugitiva encuentra refugio en una pequeña comunidad de Estados Unidos- da un giro inesperado en el magnífico final, que obliga a reinterpretar tanto el conjunto de la historia como los diferentes personajes. La abrumadora y perversa inteligencia del danés hace que forma y fondo sean una unidad inseparable, y uno no sabe qué admirar más: si la coherencia del relato, el juego metafílmico entre el personaje del intelectual y el propio director, la mezcla y renovación de los géneros fílmicos, el decorado-escenario, el conjunto como alegoría, la fuerza de las escenas individuales, la magistral interpretación de la Kidman, la fugaz pero deslumbrante presencia de Cann o ese final operístico y demoledor. Nadie hace cine ni remotamente parecido a éste.¡Larga vida a Lars von Trier! (Daniel Andreas: FILMAFFINITY)
Algo huele a genialidad en Dinamarca. Lars von Trier lleva camino de convertirse, de “enfant terrible”, en uno de los genios del cine universal. Si con “Rompiendo las olas”, “Los idiotas” o la soberbia “Bailar en la oscuridad” nos revolvió el alma, con “Dogville” apunta directamente a la inteligencia y la conciencia. El suave pero inexorable desarrollo dramático de la historia -una bella fugitiva encuentra refugio en una pequeña comunidad de Estados Unidos- da un giro inesperado en el magnífico final, que obliga a reinterpretar tanto el conjunto de la historia como los diferentes personajes. La abrumadora y perversa inteligencia del danés hace que forma y fondo sean una unidad inseparable, y uno no sabe qué admirar más: si la coherencia del relato, el juego metafílmico entre el personaje del intelectual y el propio director, la mezcla y renovación de los géneros fílmicos, el decorado-escenario, el conjunto como alegoría, la fuerza de las escenas individuales, la magistral interpretación de la Kidman, la fugaz pero deslumbrante presencia de Cann o ese final operístico y demoledor. Nadie hace cine ni remotamente parecido a éste.¡Larga vida a Lars von Trier! (Daniel Andreas: FILMAFFINITY)
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